Una carta de despedida atribuida al gobernante venezolano Hugo Chávez volvió a ponerse de moda en las redes sociales esta semana, mientras la incapacidad del mandatario para comunicarse con los medios oficiales en Venezuela hace temer lo peor a familiares y seguidores, a 16 días de su cuarta operación contra el cáncer en Cuba.
En la misiva, Chávez sugiere que el cáncer que padece pudo haberle sido inoculado en Nueva York. “¿Quién puede garantizar que el cáncer que ahora me mata no me fue inoculado en Nueva York?”, apunta el texto.
La Habana, 21 de abril del 2012. Querido Fidel, querido Raúl, queridos cubanos y venezolanos que en esta hora de duelo para la Patria Grande han sabido estar a la altura de las circunstancias, jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, querida madre mía, querido padre, queridas hijas y familiares todos, y altos representantes de los organismos mundiales, la ONU y las distintas ONGs que durante todos estos años han sabido denunciar el avance homicida del capitalismo salvaje, los zarpazos del Imperio más poderoso y letal de cuantos ha conocido la Historia. Querido pueblo bolivariano de América Latina toda, ciudadanos de Estados Unidos. Estas son mis últimas palabras.
Yo pensaba escribir algo más formal y breve para respetar el tiempo y los sentimientos de todos ustedes, pero ha salido esto, que aparecerá pronto publicado en inglés, en alemán, en ruso, hasta en árabe seguramente. Pero yo creo que los primeros ciudadanos que deberían leer esta carta de despedida son los ciudadanos hermanos y hermanas de los Estados Unidos, porque la amenaza la tienen en su propia casa, el Diablo está en casa pues. El Imperialismo norteamericano está haciendo desesperados esfuerzos por consolidar su sistema hegemónico de dominación. Nosotros no podemos permitir que eso ocurra, no podemos permitir que se instale la dictadura mundial, que se consolide pues, mucho menos tras mi inminente muerte. Habría que revisar las tesis de Aristóteles y de los primeros que hablaron por allá en Grecia de la democracia a ver qué modelo de democracia es ese, el que se impone a punta de marines, de invasiones, de agresiones, y de bombas, escudado tras la cínica sonrisa de Obama.
Dice el presidente de los Estados Unidos que a dondequiera que él mira ve extremistas. Yo estoy seguro que te ve a ti, hermano, con ese color, y cree que eres un extremista, incluso siendo él negro. Con este color mío, Evo Morales, el digno Presidente de Bolivia, es un extremista, y Rafael Correa y hasta Cristina Fernández. Por todos lados ven extremistas los imperialistas. No, no es que somos extremistas, lo que pasa es que el mundo está despertando y por todos lados insurgimos los pueblos. Yo tengo la impresión señor Obama que usted va a vivir el resto de sus días con una pesadilla, porque por dondequiera que vea vamos a surgir nosotros, los que insurgimos contra el imperialismo norteamericano, y lo digo más allá de mi propia muerte, que no me preocupa en absoluto. Sé que otros recogerán mi bastón de relevo. Los que clamamos por la libertad plena del mundo, por la igualdad de los pueblos, por el respeto a la soberanía de las naciones, insurgimos contra el modelo de dominación más allá de la muerte.
Quiero agradecer en esta hora final a todos aquellos países que han apoyado a la revolución en Venezuela, a nuestro pueblo, a nuestro gobierno. Por eso creo que hay razones para que seamos optimistas. Irrenunciablemente optimistas, diría un poeta, porque más allá de las amenazas, de las bombas, de las guerras, de las agresiones, de la guerra preventiva, de la destrucción de pueblos enteros, del cáncer mismo, uno puede apreciar que se está levantando una nueva era, como canta Silvio Rodríguez, “la era está pariendo un corazón”. Se levantan corrientes alternativas, pensamientos alternativos, juventudes con pensamiento distinto. Se demostró ya en apenas una década que era totalmente falsa la tesis del Fin de la Historia, totalmente falsa la instauración del Imperio Americano, de la paz americana, la instauración del modelo capitalista, neoliberal que lo que genera es miseria y pobreza. La tesis se vino abajo, y ahora hay que definir el futuro del mundo. Hay un amanecer en el Planeta y se ve por toda partes, por América Latina, por Asia, por África, por Europa, por Oceanía, quiero resaltar esa visión de optimismo para que fortalezcamos nuestra conciencia y nuestra voluntad de batalla por salvar al mundo y construir un mundo nuevo, un mundo mejor. No se engañen con mi muerte, porque mi muerte es un renacer.
Queridos colegas, queridos amigos y familiares: En Cuba, donde ahora muero, donde ahora Renazco mejor dicho, nació un movimiento muy fuerte, el del Sur. Nosotros somos hombres y mujeres del Sur, nosotros somos portadores de ideas para la salvación de este Planeta, para salvarlo de la amenaza imperialista y para que ojalá pronto, en este siglo, no muy tarde, ojalá puedan verlo nuestros hijos y nuestros nietos, crezca un mundo de paz bajo los principios fundamentales de la Organización de Naciones Unidas, relanzada y reubicada. Me honra morir en esta gran Isla y creo que a Naciones Unidas tenemos que ubicarla en otro país, en alguna ciudad del Sur, tal vez en La Habana, tal vez en Santiago de Cuba. Ustedes saben que mi médico personal se tuvo que quedar encerrado en un avión hace unos años atrás, el Jefe de mi seguridad también se tuvo que quedar encerrado en el avión, no les permitieron ir a Naciones Unidas. ¿Quién puede garantizar que el cáncer que ahora me mata no me fue inoculado en Nueva York?
Para terminar, algunas consideraciones administrativas. La Revolución que hoy gobierna en Venezuela, y que es más grande que nosotros mismos, ha dicho basta y ha echado a andar, y nada ni nadie podrá detenerla. Una Revolución, si es verdadera, no puede ceder ante el egoísmo oligárquico de una pandilla de escuálidos. Somos mayoría y nos engrandecen la razón y el futuro, que pertenece por entero al socialismo, como ha dicho Fidel. Un triunvirato compuesto por Nicolás Maduro, Adán Chávez y Henry Rangel Silva tendrá a su cargo un gobierno de transición hacia el socialismo, que en Venezuela ya es irrevocable. La decisión está tomada, y los dolores son insoportables. Un soldado muere con dignidad. Un Soldado de la Patria no llora ni suplica en su hora final. Un soldado de la Patria Grande, un hombre de verdad, toma las decisiones que son del caso. Que a nadie se haga responsable de mi muerte. ¡Hasta la Victoria siempre!
La presente carta está circulando desde horas de la mañana en Internet y constituye, según versiones, el borrador de la que el periódico del partido comunista cubano, Granma, publicará el próximo lunes. Es atribuida a Hugo Chávez
Publicada en: neoclubpress.com
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